Recuerdo hace unos años atrás, levantarme temprano para ver Mañanas informales. Me moría de risa con sus locuras infantiles, sanas; un equipo que te hacía sentir vivo a esas horas de la mañana. En ese momento yo cursaba Sistemas de representación (dibujo técnico), y mientras hacía los dibujos miraba el programa. Cuantas veces habré tenido que empezar otra vez una lámina por haberme reído y hecho una línea incorrecta.
Se te va a extrañar todas las mañanas despertándonos con una sonrisa, divirtiéndote en el pogo de las doce, en los programas de La Biblia y el Calefón, y en las tiras de Diógenes y el Linyera. Se te va a extrañar siempre.
Un grande fuiste.
Hasta siempre Jorge

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