lunes, 29 de octubre de 2007

El Hombre del Bar




En un bar sentado en una esquina,
donde la luz es sombra
y el sonido se hace sordo,
el hombre de traje negro
no se deja ver.

Como si fuera un ritual,
se sienta de piernas cruzadas,
prende un cigarrillo eterno,
y se encierra en si mismo.

No habla con nadie,
ni siquiera saluda,
lo único que se sabe es que
la tristeza se adueñó
de su corazón.

Pide con un gesto un whiskey,
el más caro del lugar.
Siempre lo toma hasta la mitad.

Es un tipo solitario,
de unos 40 años.
nadie sabe de donde viene,
ni a donde va.
ya algunos lo dejaron de notar.

Es como su propio humo.
Se esfuma en segundos.
Se mimetiza con el ambiente del bar,
y desaparece sin ser visto.